Coordinar un grupo apostólico siempre implica un gran reto, pero el día de hoy exige un esfuerzo mucho mayor que antes pues ¿cómo poder hacer apstolado sin salir de nuestras casas?
Yo personalmente me he enfrentado a este reto y si bien no ha sido fácil ha sido muy reconfortante y me ha ayudado a crecer como persona y como cristiano. Por eso, a continuación te dejo unos consejos que, basados en lo que me ha funcionado, podrán ayudarte a cumplir esta labor tan retadora pero igualmente bella que Dios te pide cumplir.
Lo primero y más importante, nunca olvidar el motivo principal por el cual se realiza la labor y ese es Dios.
Si nuestro trabajo no está dirigido a contruir el Reino de Dios en la tierra, será mucho más fácil el perdernos en el camino, por eso siempre hay que recordar a los integrantes y al equipo coordinador la razón de porqué dijeron sí desde un principio.Del consejo anterior surge este, trabaja en la espiritualidad del grupo entero. “Familia que ora unida, permanece unida”.
Esto puedes lograrlo a través de diversas actividades como rosarios virtuales (por video llamada o transmisión en vivo). Acordar ver una misa virtual al mismo tiempo así como una Hora Santa, incluso se puede organizar una Hora Santa si cuentas con el apoyo de algún ministro o sacerdote.
De igual manera, asignar roles para oraciones semanales, por ejemplo: asignar a un integrante a recordar el rezo del Ángelus en un día específico. Esto podría implementarse en grupos de chat como WhatsApp, para sacarle mucho más provecho a esas herramientas.Promueve el conocimiento y la convivencia aunque sea de manera virtual, esto puede ser por medio de sesiones para platicar sobre algún libro, encíclica o exortación apostólica; discutir sobre alguna película que promueva valores morales y/o cristianos; sesiones para responder dudas con apoyo de algún asesor o guía espiritual; entre otras opciones.
Trabaja en la unidad del grupo. Siempre estar atentos a su estado de ánimo o su situación particular. Tómate un tiempo para platicar con cada uno de los integrantes, si no te es totalmente posible, puedes dividir el trabajo entre todos y hacer labor de “centinela”. Procurar conocer cómo están afrontando la situación cada uno de nuestros integrantes y hacerlos sentir escuchados y apoyados.
Algo muy provechoso es darles la oportunidad de hacer peticiones sobre algún problema en específico y que todos los integrantes del grupo apoyen a través de oraciones y si es posible con ayuda física como despensa o apoyo en algo (de ser necesario).
Lo más importante es que no se sientan solos, sino que tienen una comunidad que está a su lado para ayudarles.Haz oración por tus coordinados. En este punto me gustaría compartir un pensamiento que leí por algún lado y que cobra mucho sentido en esta etapa:
“Si tú como coordinador de un grupo de Iglesia no desgastas tus rodillas en el sagrario pidiendo por la vida espiritual y la conversión constante de cada una de las personas que se te han confiado…no sé qué haces coordinando un grupo”.
Probablemente te parezca que el mensaje anterior es muy agresivo y directo, pero ello no significa que no sea real. Coordinar un grupo apostólico es de mucho quehacer y de cierto grado de estrés; por esto, con mayor razón, será necesaria tu oración constante por cada uno de los que estarán a tu cargo.Siempre planea algo para hacer. Por la situación actual es muy difícil planear una actividad que sea para salir de nuestros hogares, pero hacer apostolado incia desde nuestro primer círculo, nuestra familia. Indistintamente el tipo de labor o carisma que tenga tu grupo, trata de adaptar esa labor en casa. Por ejemplo, si el carisma de tu grupo es ayudar a las personas sin hogar o pobres, ahora pueden enfocarse a los que son pobres de espiritualidad o cuyo corazón debe ser más misericordioso a través de mensajes, retos virtuales, acciones concretas en el hogar que se puedan compartir, etc.
Por último, hazles sentir confianza y seguridad de que pronto todo mejorará, porque Dios no pone pruebas que no podamos sobrellevar. Transmíteles y creelo tú también que Dios sabrá cuándo poner fin a esta realidad y nos moldeará para ser mejores.
Deposita toda tu confianza en Dios y trata de que tus coordinados también lo logren. De la mano de Dios todo es posible, por eso mismo es que te has aventurado a coordinar un grupo apostólico.
Espero estos consejos te ayuden. Si se te ocurre alguno que podría ayudar a los demás que lean este Blog siéntete libre de expresarlo en los comentarios.
De igual manera, si tienes alguna duda con respecto a la Iglesia y/o la religión que aún no hallamos respondído haznosla saber en los comentarios o através de nuestro twitter @AskMaranathaBlog.
Que Dios te siga dando fuerza.
🙏Bendiciones.💖⛪
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