lunes, 17 de agosto de 2020

¿QUÉ ES UN SACRAMENTO?

Explicacion de que son los sacramentos y su importancia en la Iglesia


Si te has hecho esta pregunta, seguramente has escuchado la palabra Sacramento en algún momento.

Los sacramentos son siete: bautismo, confirmación, Eucaristía, confesión (reconciliación o penitencia),

unción de los enfermos, orden sacerdotal y matrimonio, pero ¿qué son?

Los sacramentos son signos sensibles, instituidos por Cristo y administrados por la Iglesia.

Esto quiere decir que son acciones específicas para cada momento de la vida de un cristiano que le permiten

asemejarse más a Cristo, santificar su vida, confirmar y aumentar su fe, permitiéndole así poder llegar a ser

hijo de Dios en libertad y esplendor.


Instituidos por Cristo, significa que fue Jesús mismo quien nos pidió realizar estos signos a lo largo de su

vida humana, por ejemplo en la cita Mt 28, 19 dice: “Haced discípulos de todas las naciones, bautizándolos

en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo”, esta cita hace referencia al sacramento del Bautismo.

Cristo nos los dejó porque conoce la debilidad del hombre (del ser humano) y sabe que necesitamos de Él,

necesitamos poder acceder a Dios con todos los sentidos, no solo con el intelecto. Por eso Dios mismo se

nos da a través de signos sensibles y visibles: Los sacramentos.


Administrados por la Iglesa. Esto significa que la misma Iglesia es la que los dispersa, los protege y los vive.

Los sacramentos existen para la Iglesia y por la Iglesia. Entendiendo a la Iglesia como toda la comunidad

cristiana que profesa su fe en Cristo Jesús (no como el templo).

Los sacramentos no pueden obtenerse fuera de la Iglesia, porque Cristo así lo quizo.

Él sabe que de forma si queremos vivir nuestra fe de manera individual y asilada, ésta se hace más pesada,

por eso nos pide buscar la comunidad y vivir con ello.  Por eso, los sacramentos se obtienen y se comparten

desde la comunidad de Cristo: La Iglesia.

Jesús les confía estos signos a sus Apóstoles, no para que los guarden solo para ellos sino para que los

compartan con el resto del mundo y los protejan de un uso abusivo; es decir, que solo los que acepten a

Dios y quieran recibirlos los obtengan. Los sacramentos no deben ser impuestos a la fuerza, quien los reciba

debe desearlo, porque Dios no obliga a nadie a creer en Él. 


Un sacramento solo puede tener efecto cuando se entiende y se acoge en la fe.

Los sacramentos no solo suponen la fe, sino que también la fortalecen

y la expresan. (Youcat, 2011).


Los sacramentos, como mencionamos anteriormente, existen para cada momento de la vida de un Cristiano,

por ello se dividen en tres grandes grupos:


  • SACRAMENTOS DE INICIACIÓN CRISTIANA

Bautismo, Confirmación y Eucaristía (1° comunión)


Estos sacramentos son los que permiten poner los fundamentos de toda vida cristiana.

Lo primero para poder vivir la fe es aceptarse y reconocerse como “hijo de Dios”, título que obtenemos mediante

nuestro bautismo, por eso es el primer sacramento a recibir cuando se inicia en la fe cristiana. El mismo Cristo

se bautizó antes de iniciar su vida pública (Mt 3, 13-17).

Después del Bautismo, los fieles se fortalecen mediante la Confirmación y posteriormente son alimentados en

la Eucaristía. El sacramento de la Eucaristía se recibe por primera vez en la “1° comunión”, y puede ser recibido

cada vez que nosotros lo necesitemos o deseemos en la Misa, las Horas Santas o a través de la “comunión espiritual”.

Estos tres sacramentos crean las bases de la fe y la alimentan para que esta (la fe) crezca y madure para poder

recibir los demás sacramentos.


  • SACRAMENTOS DE CURACIÓN 

Reconciliación y Unción de los enfermos


Jesús, médico nuestro, no solo perdonó los pecados de quien se lo solicitaba sino también les devolvía la salud

del cuerpo, como en el caso del joven paralítico (Mc 2, 1-12). Así también, Él quiere que su Iglesia continúe

con su obra de curación y salvación, incluso en sus propios miembros. Esta es la finalidad de los sacramentos

de curación: Reconciliación (también llamado confesión o penitencia) y Unción de los enfermos.

Algo importante a recalcar es que Dios nos conoce mejor que nadie y sabe que llevamos nuestras vidas en

“vasos de barro”, es decir, que somos criaturas frágiles que podemos fallarle en cualquier momento, por eso nos

regala el sacramento de la “Reconciliación” para poder volver a sus brazos y pedirle perdón por nuestros fallos.

Nos otorga la bendición de poder librarnos del pecado para retomar nuestro caminar como sus hijos y esforzarnos

nuevamente a llevar una vida según su luz. Un camino a la “santidad”.


  • SACRAMENTOS AL SERVICIO DE LA COMUNIDAD

Orden sacerdotal, Matrimonio



Estos dos sacramentos están ordenados a la salvación del los demás. Confieren a una misión particular en la

Iglesia y sirven a la edificación del Pueblo de Dios. [...] Los que reciben el sacramento del Orden son consagrados

para “en nombre de Cristo ser los pastores de la Iglesia con palabra y con la gracia de Dios”. Por su parte,

“los cónyuges cristianos, son fortalecidos y como consagrados para los deberes y dignidad de su estado por este

sacramento especial”. (Catecismo de la Iglesia Católica No. 1534-1535).

Estos sacramentos están encaminados a la vocación específica del cristiano, es decir, el cómo Dios le pide servir

a los demás en su camino único y personal. Todos somos únicos e irreemplazables para Dios; el camino de la vocación

es tan importante que tiene estatus de sacramento. Estos sacramentos reflejan un estado de maduración de la fe

muy amplio, cuando son vividos en plenitud.



Espero te haya servido esta información. Si tienes alguna pregunta que te gustaría que se resuelva,

no dudes en enviarla a nuestra cuenta de Twitter @AskMaranathaBlog.

Bendiciones.🙏💖


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